Desde niña, Judy Hopps ha soñado en convertirse en la primera coneja policía en la gran capital Zootrópolis. Tras mucho esfuerzo y entusiasmo consigue licenciarse como la número 1 de su promoción, pero al llegar a comisaría es continuamente minusvalorada y por eso le asignan la aburrida tarea de poner multas de aparcamiento. Por iniciativa propia se ofrece para investigar la desaparición del Señor Nútrialson, y a cambio, su superior le da un ultimátum de 48 horas. Le acompaña Nick Wilde, un zorro de pasado delictivo que le conduce hasta un club nudista, donde descubren que la clave está en una limusina de alquiler.