En un futuro no muy lejano, Gran Bretaña se ha convertido en un país totalitario dirigido con mano de hierro por un tirano (John Hurt). Una tarde, tras el toque de queda, Evey (Natalie Portman) es rescatada en plena calle por un misterioso enmascarado cuyo nombre es V (Hugo Weaving). El extraño personaje le explica cuáles son sus planes para recuperar la libertad. Y, en efecto, todas las acciones de V tendrán como objetivo hacer estallar en todo el país una revolución contra el gobierno fascista. / NR-12. +
“V” es un misterioso enmascarado que oculta su cuerpo y su rostro tras haber sobrevivido a un incendio. En la madrugada del 5 de noviembre ha volado el edificio del Tribunal Penal en Londres, en presencia de Evey (una chica a la que había salvado de unos guardianes del régimen totalitario que gobierna en Inglaterra). Ya de día, entra en la sede del único canal de televisión autorizado por el Gobierno -donde trabaja ella- y amenaza con estallar una bomba, así que consigue emitir un discurso que anima a los ciudadanos a acudir a las puertas del Parlamento el 5 de noviembre del próximo año. Ella pierde el conocimiento y V la lleva a a su guarida para mantenerla oculta a salvo de la policía. Después V asesina a “la voz de Londres”, el presentador más famoso de la televisión.
El inspector jefe descubre que este famoso había sido anteriormente comandante y propietario de unos laboratorios farmacéuticos, así como director del campo de internamiento de Larkhill. También indaga sobre el pasado de la chica, averiguando que su madre actriz y su padre escritor habían participado en diversos altercados y sublevaciones contra el gobierno, y fueron ejecutados por ello. Además su hermano pequeño murió por una epidemia que hubo en el colegio St Mary. También descubre que en el campo de internamiento trabajaban demasiados médicos, pero la persona mejor pagada era un religioso que ha sido ascendido hasta obispo.
V encarga a Evey que se haga pasar por adolescente y le ayude a llegar hasta el obispo pederasta, allí él consigue asesinarle. La chica aprovecha para escapar del cautiverio y se refugia en casa de un famoso humorista de su canal. El cómico tiene una estancia secreta con elementos subversivos antisistema y material homosexual.
El despiadado jefe de los servicios secretos, Creedy, advierte al inspector de que se le considera sospechoso de pasar información al terrorista, simplemente considerando que su madre era extranjera.
V continua su plan asesinando a una forense que también fue directora del campo de Larkhill. Luego el inspector encuentra el diario de la víctima y lee que en el campo se realizaron unas pruebas epidemiológicas que acabaron exterminando a un gran número de inmigrantes y opositores. El líder Sutler amenaza al inspector para que no revele la información secreta de ese diario. Unos años después de que el campo se incendiara, se produjo un ataque terrorista al colegio St Mary, donde murieron casi 200 niños por un virus letal. Dicho acontemiento propició la elección del líder Sutler como presidente del país, como respuesta para luchar contra el terrorismo.
Ya en la actualidad, el programa del cómico emite una parodia sobre el líder Sutler , lo que provoca su detención y tortura. Evey es atrapada y es encerrada en una celda de aislamiento, donde es torturada para que delate la identidad y el escondrijo del terrorista. Su vecina de celda le escribe unas notas contando cómo fue apresada y castigada por ser lesbiana. Finalmente Evey descubre que en realidad se encuentra en casa de V y que él mismo la ha sometido a todo ese trance. Sin embargo, V le dice que así ella ha perdido el miedo a la tortura y a la muerte y por tanto, puede salir libre.
Ella decide marcharse lejos de V. Los medios de comunicación desinforman mostrando un caos permanente en todas las noticias. Un anciano superviviente de Larkhill contacta con el inspector y le narra lo ocurrido allí: el gobierno perpetró un ataque bacteriológico contra sus propios ciudadanos, para después ofrecer la cura desde una empresa farmacéutica propiedad de un miembro del propio gobierno. Pero el verdadero objetivo era sembrar el pánico hacia los ataques terroristas y que los ciudadanos les votaran para que les protegieran. Luego el inspector descubre que ese superviviente con el que ha estado cara a cara es en realidad V.
V se cuela en casa de Creedy, el violento jefe de los servicios secretos del partido, y le sugiere que en cuanto pase el 5 de noviembre y V haya logrado su objetivo, el líder cargará su furia contra Creedy. Le propone como trato que, si decide traicionar al líder, ponga con tiza una X en la puerta de su casa. Y así lo marca.
Se acerca la fecha del 5 de noviembre, y como un golpe de efecto más de V, 200.000 máscaras llegan a los hogares por correo. Algunos las usan para robar, otros para sublevarse contra el Gobierno, y la respuesta violenta de los policías hace que el pueblo comience a rebelarse contra el poder.
Al final es Evey quien debe decidir sobre los explosivos en el Parlamento, mientras el inspector le sugiere que se entregue a la policía… ¿Qué decisión tomará?