Los protagonistas, Schmidt y Jenko, eran antiguos compañeros de instituto que se odiaban mutuamente, pero al coincidir unos años más tarde en la academia de policía se vuelven colegas. Una vez licenciados, son enviados de incógnito a otro instituto para hacerse pasar por estudiantes y tratar de detener a una banda de narcotraficantes. Sin querer, se intercambian las identidades falsas, y les toca actuar con el rol contrario al que tenían de adolescentes. En su primer día consiguen contactar con el camello, quien les obliga a tomar la droga en su presencia. La buena noticia es que los efectos posteriores provocan que todo el mundo quede convencido de su identidad falsa.