Una vez en prisión, Hancock comienza a cambiar su actitud y poco a poco va abriéndose a los demás. Cuando vuelve a presentarse a los ciudadanos parece un hombre nuevo: ha aseado su aspecto personal, viste de manera apropiada a sus características e incluso se acostumbra a reconocer el buen trabajo de los demás. Su cuerpo de repente comienza a hacerse vulnerable a los golpes, y de repente, descubre que la pareja de Ray guarda otro secreto…