La historia comienza con un atraco a un banco en el que los propios delincuentes se van liquidando entre si para obtener una mayor parte del botín, que finalmente acaba en manos de un psicópata apodado “Joker”.
Además se presenta al nuevo fiscal del distrito, Harvey Dent, directamente llegado desde el departamento de asuntos internos de la policía, un lugar donde se ganó la animadversión de todos los oficiales corruptos a los que encerró.
Batman aparece como un personaje admirado y odiado por el pueblo, ya que una parte de la población considera que no ha sido elegido democráticamente y por tanto, no tiene un derecho legítimo a erigirse como garante de la justicia en la ciudad.
Entre Batman, el teniente Gordon y el fiscal Dent llevan a cabo un exitoso plan para detener a un gestor financiero al que convencen para incriminar a una numerosa banda mafiosa. El Joker contacta con los capos que quedan libres y se ofrece para matar a Batman.