En los medios de comunicación se anuncian los créditos rápidos con la imagen de celebridades del mundo del deporte o el espectáculo… pero es más importante la letra pequeña
Para comparar entre diferentes ofertas de productos financieros es necesario tener una unidad de MEDIDA COMÚN, al igual que ocurre en los supermercados al estar obligados a mostrar los precios en €/kg. Por ello es necesario distinguir entre:
Un producto de FINANCIACIÓN es un instrumento por el cual una persona o entidad -llamada prestamista- decide entregar una cantidad de dinero a otra persona o empresa -llamada prestataria- durante un plazo de tiempo concreto. A cambio la segunda se compromete a devolver la cantidad inicial más unos intereses que compensan el tiempo y el riesgo asumidos por la prestamista. Los productos más habituales son:
1. PRÉSTAMO. Es un contrato por el cual la entidad prestamista entrega el 100% de la cantidad pactada a su cliente, quien se compromete a devolverla o en una fecha fija o en varios plazos periódicos, sumándole unos intereses. En el contrato se especifica la comisión inicial, cuál es el tipo de interés, y si existe penalización por cancelación parcial o total antes de la fecha pactada.
2. PRÉSTAMO HIPOTECARIO o ‘hipoteca’. Es un préstamo que incorpora un bien como garantía de la devolución (por lo general, una vivienda). En el momento de la firma hay que pagar los gastos de constitución, que por ley deben ser asumidos por el banco (entre 3.000 y 5.000 €). En caso de no poder asumir las cuotas, el banco puede embargar la propiedad del bien hipotecado, y su cliente todavía tendrá que afrontar el pago de la deuda pendiente (esto ocurre en España pero otros países permiten la “dación en pago”, es decir, al entregar la vivienda queda saldada toda la deuda).
3. CRÉDITO. La entidad prestamista pone a disposición de su cliente un límite máximo de dinero. Quien lo firma tiene libertad para usar parcial o totalmente las cantidades que decida, así como retornar el dinero al ritmo que mejor le parezca. Debe pagar intereses diarios por el saldo empleado y una comisión por la parte no utilizada. Este producto incita a ser más consumista e irracional, propiciando las compras por impulso que ponen en peligro el presupuesto de las familias.
4. TARJETA DE CRÉDITO. Es una facilidad que ofrece el banco para que las pequeñas compras pagadas con tarjeta a lo largo del mes sean restadas del saldo de la cuenta en una sola vez (generalmente el día 5 del mes siguiente). Se diferencia de la TARJETA DE DÉBITO en que esta última no permite aplazar los pagos, así que el saldo se descuenta en cada compra ese mismo día. Una TARJETA PREPAGO es aún más segura porque su saldo es cero y se recarga con la cantidad exacta que después se utilizará para pagar. Una TARJETA REVOLVING es un producto todavía más complejo ya que permite comprar a crédito, pero la devolución de la cantidad se divide en varias cuotas mensuales que generan unos intereses mucho mayores.
5. MICROCRÉDITO. Suele ser de baja cuantía y plazo de devolución muy corto, p.ej. 300 € en 1 mes. Sin embargo, sus intereses y comisiones son proporcionalmente altísimos y por eso deberían utilizarse como último recurso y nunca para comprar caprichos innecesarios.
6. DESCUENTO DE EFECTOS. Servicio por el cual una persona entrega al banco un “efecto” (documento firmado con una promesa de pago futuro como p.ej. cheque, pagaré, letra de cambio…), y el banco adelanta su importe restando unos intereses y comisiones. Como inconvenientes destacan los porcentajes desproporcionados de interés que se pagan por adelantado y que son irrecuperables. Además, en caso de que el banco no pueda cobrar el importe del efecto, su cliente deberá asumirlo.
Realizar una INVERSIÓN significa adquirir un producto financiero en el mercado, con la intención y la esperanza de recuperar en el futuro la cantidad inicial y un rendimiento monetario extra (intereses o beneficios). Antes de elegir dónde ‘colocar’ el dinero es necesario valorar en cada producto financiero las CARACTERÍSTICAS DE ESA INVERSIÓN, con la intención de obtener una mayor rentabilidad (porcentaje de beneficio en relación con la cantidad desembolsada al inicio). Ésta será mayor si hay:
Para no jugárselo todo a una sola carta se suele emplear una estrategia de DIVERSIFICACIÓN DEL RIESGO, es decir, se reparte el dinero entre varios productos financieros, de tal manera que si alguna inversión resulta fallida, otras puedan compensar las pérdidas. Habitualmente los productos con más riesgo se ven obligados a prometer posibles rentabilidades mayores, pero hay que tener en cuenta que quizás no se materialicen. Los productos más habituales se pueden clasificar DE MENOR A MAYOR RIESGO:
1. RENTA FIJA: en el momento inicial se conoce el rendimiento futuro que se obtendrá, tiene poco riesgo y ofrece un rendimiento pequeño:
– Ahorro a plazo fijo: abona un interés si el dinero se mantiene el tiempo pactado.
– Valores del tesoro: deuda emitida por el Estado, que abona intereses en cupones.
– Pagarés de empresa, bonos, obligaciones…: (idéntico pero emitidos por empresas)
2. RENTA MIXTA: es una combinación entre los dos extremos, una parte está garantizada pero la otra depende del mercado, así que cada cliente elige entre distintos productos según el grado de riesgo que quiere asumir (o mayor porcentaje de renta fija o mayor de renta variable):
– Fondo de inversión: la entidad financiera comercializa una determinada “mezcla” de activos, que suele aumentar de valor con el paso del tiempo -aunque puede disminuir a veces). Su cliente solo elige la inversión inicial y la fecha de retirada.
– Plan de pensiones: es similar, aunque tiene la particularidad de que su cliente solo puede recuperar el dinero tras llegar a la jubilación. Las aportaciones pueden ser periódicas, y al final se elige un rescate único o también periódico. Vemos ejemplos
3. RENTA VARIABLE: tiene un rendimiento futuro imposible de prever y ni siquiera se garantiza la recuperación del dinero invertido, por lo que tiene alto riesgo (puedes tener un buen beneficio pero también puedes perderlo absolutamente todo). En su publicidad suelen anunciar las ganancias generadas en el pasado, pero recuerda que “rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras”: Tampoco hay que fiarse del dicho de que “a largo plazo la bolsa siempre sube”, porque si inviertes allí estás eligiendo acciones de unas pocas empresas concretas, y te dará igual que el resto de la bolsa suba si tus compras se devalúan o incluso quiebran… Recuerda que compites contra miles de superordenadores capaces de predecir las mejores transacciones y contra fondos inversores tan enormes que influyen en el futuro positivo o negativo de los activos y de las personas…
– Acciones en bolsa: la persona inversora cobra un dividendo anual (si la empresa reparte beneficios) y, si el precio se ha revalorizado, gana al vender sus acciones. Es habitual que pague una comisión por cada operación de compra o de venta.
– Divisas o Forex ‘Foreign Exchange’: se compra y vende moneda extranjera.
– EFTs: se trata de fondos de inversión que cotizan en la bolsa de valores.
– Derivados financieros como futuros, opciones, swap, forward, CFDs…
En las últimas décadas hemos visto varios casos de FRAUDES DE INVERSIÓN en el estado español como los siguientes:
Afortunadamente, las familias tenemos muchas alternativas para que nuestros ahorros puedan contribuir a generar un mundo mejor. Las entidades de banca ética promueven las INVERSIONES ECOSOCIALMENTE RESPONSABLES, que buscan obtener rentabilidad financiera a la vez que promueven un impacto positivo en el planeta, mediante prácticas comerciales justas y sostenibles, lucha contra la pobreza o el cambio climático o muchas otras causas sociales.
Además, la normativa europea exige a las entidades financieras tradicionales que tengan en cuenta las preferencias sostenibles de los clientes y ofrezcan productos acordes a estas preferencias. Hay que tener cuidado con el lavado de imagen de la banca privada tradicional, ya que sus productos “verdes” no cumplen los estándares mínimos que se les deben exigir. Solo son INVERSIONES SOSTENIBLES aquellas que destinan fondos a sectores productivos alineados con objetivos ambientales -como la reducción del cambio climático-; sociales -por ejemplo en la promoción de los derechos humanos-; y de buena gobernanza -que implica entre otros objetivos las políticas para evitar la corrupción-. Para saber si un producto de inversión es realmente verde se deben tener en cuenta estos 5 factores:
Las nuevas tecnologías ponen en nuestras manos la posibilidad de invertir directamente en nuevos proyectos empresariales y start-ups. Entre otras modalidades, destaca el MICROMECENAZGO o ‘crowdfunding’ como el que se realiza a través de Kickstarter, Lánzanos, o la Bolsa Social
La EQUIVALENCIA FINANCIERA es el cálculo matemático que sirve para trasladar una cantidad de dinero a otro momento del tiempo. Se denomina ‘CAPITALIZACIÓN’ si la cuantía se lleva al futuro y ‘DESCUENTO’ o ‘ACTUALIZACIÓN’ si se lleva al pasado.
Desde hace unos años las entidades financieras tienen la obligación de evaluar a sus clientes para ofrecerles productos adecuados a su perfil. El cliente debe responder a dos test (idoneidad y conveniencia) que demuestran cuáles son los conocimientos financieros del inversor, sus expectativas, y su grado de aversión al riesgo. Además todos los productos que se ofrecen deben incorporar visualmente el siguiente semáforo de números y colores (desde el menor hasta el mayor riesgo)
LOS NFT SON PURA ESPECULACIÓN
Un NFT (‘Non-Fungible Token’ o ‘bien no fungible’) es un certificado digital descentralizado, mediante tecnología blockchain, que otorga a una persona la “propiedad original” de un archivo que fue generado informáticamente. Los precios alcanzados por un gif de Nyan Cat (500.000 $) o por el primer twit de la historia publicado por el fundador de esa red Jack Dorsey (2,9 mill. $) los hace parecer una obra de arte tan única y original que es insustituible.
Sin embargo al comprar un NFT no consigues nada más que una imagen o GIF (que cualquiera puede descargar o utilizar gratis de internet) y que en una cadena de bloques ponga que es tuya. Los NFT son la comercialización de la nada y se han convertido simplemente en un activo con el que especular, aupados por cientos de influencers y fuerte publicidad para hacernos creer que es la mejor inversión que puedes hacer (si en el futuro consigues que alguien te lo compre a un precio mayor).
Este mercado es una expresión más del consumismo extremo dentro de la psicología capitalista y neoliberal. Cada persona es libre de decidir despilfarrar su dinero en lo que le parezca mejor, pero el mayor problema de los NFT y las criptomonedas es el ingente consumo de electricidad que requieren, más que la industria ganadera.
Las inversiones de renta variable pueden ser menos o más especulativas. En jerga financiera se denominan POSICIÓN LARGA y POSICIÓN CORTA. Esta última se parece mucho a ‘apostar’ por la caída de precio de un bien.
Pese a que el dinero es una herramienta de primera necesidad para toda la ciudadanía, el negocio bancario no está gestionado desde el poder público y los bancos son empresas privadas con ánimo de lucro personal
Comparamos distintas inversiones
< Calculamos la rentabilidad obtenida en los siguientes productos. Como algunos son de renta variable, debemos esperar hasta el final de la inversión para poder conocer el resultado. El porcentaje de rentabilidad es este cociente = BENEFICIO / [ INVERSIÓN ] >
1. INVERSIÓN EN BOLSA: Se compraron 200 acciones a 20 €/u y al cabo de 4 años se vendieron a 22 €/u. La comisión por operación es del 10%.
2. IMPOSICIÓN A PLAZO FIJO: 1.000 € al 3% simple anual durante 10 años, con una comisión inicial de 50 €.
3. DEUDA DEL TESORO PÚBLICO: 6.000 € durante 6 años con un cupón de 300 € cobrado anualmente y una comisión final de 180 €.
4. ¿Cuál ha sido más ventajosa?
< Los porcentajes obtenidos explican cuál ha sido la ganancia por cada 100 € invertidos. Sin tener en cuenta ni los plazos ni otros condicionantes, vemos que la mejor inversión ha sido el Tesoro Público. >
INVERSIÓN INICIAL = 4.000
200 · 20 = 4.000
BENEFICIO = – 440
compra = 200 · 20 = – 4.000
comisión compra = – (200 · 20 · 0,10) = – 400
venta = 200 · 22 = + 4.400
comisión venta = – (200 · 22 · 0,10) = – 440
RENTABILIDAD = -440 / |-4.000| = – 11%
INVERSIÓN INICIAL = 1.000
(no se incluye la comisión)
BENEFICIO = + 250
pago inicial = – 1.000
comisión inicial = – 50
intereses totales = (1.000 · 0,03) · 10 años = + 300
cobro final = + 1.000
RENTABILIDAD = 250 / |-1.000| = + 25%
INVERSIÓN INICIAL = 6.000
(no hay comisión inicial)
BENEFICIO = + 1.620
pago inicial = – 6.000
cupones cobrados = 300 · 6 años = + 1.800
cobro final = + 6.000
comisión final = – 180
RENTABILIDAD = 1.620 / |-6.000| = + 27%
Seguramente tu familia ha tenido que contratar algún producto de financiación en los últimos años para poder adquirir vuestra vivienda habitual u otro inmueble vacacional. Trata de localizar el contrato de préstamo hipotecario firmado con el banco y analiza sus características:
A. Describe cuál es el tipo de interés pactado y el plazo de devolución.
B. No hace falta que indiques la cuantía de dinero solicitada, pero valora qué porcentaje representa sobre el total del precio de la vivienda.
C. Explica si en las cláusulas se exige contratar otros productos financieros adicionales.
D. Por último, relata cuáles son las opiniones de tus familiares sobre la facilidad o dificultad para poder hacer frente al pago de las mensualidades, y si han tenido capacidad para poder hacer alguna devolución anticipada.
que puede emprender tu centro de estudios
que puede emprender tu Ayuntamiento, tu Gobierno Regional, tu Gobierno Estatal o las Instituciones Internacionales.
4.1 Conocer y comprender el funcionamiento del sistema financiero valorando sus efectos sobre la economía real y analizando los elementos que intervienen en las decisiones financieras relacionadas con la inversión, el ahorro, los productos financieros y la búsqueda de fuentes de financiación.